Esta casa fue construida en la década final del siglo XIX y perteneció a la acaudalada dama cuencana Florencia Astudillo Valdivieso, quien para ese entonces fue considerada la mujer más rica del austro ecuatoriano.
Las piezas de la casa en su interior están distribuidas alrededor de los patios, lo cual es característico del estilo arquitectónico “colonial tardío”. El salón principal que está en la segunda planta, está ricamente decorado tanto en sus paredes como en su cielo raso, con latón repujado a mano importado de Francia. Desde este espacio se accede a través de tres grandes puertas-ventanas, a un amplio balcón con barandillas de hierro forjado. Un elemento muy singular de esta casa es la capilla ubicada en el segundo patio de la planta alta, la cual se hallaba decorada con exquisitas pinturas murales y en donde se dice, doña Florencia Astudillo recibió misas diarias en forma privada.

Al morir doña Florencia Astudillo, esta propiedad pasó a poder de la Curia Eclesiástica. Luego en la década de los 60 fue comprada por el finado Ernesto Moscoso Fuentes, quien en 1993 iniciaría los trabajos de restauración del inmueble. Una vez renovado el mismo, fue bautizado como la Casa de Coco, pues era con este sobrenombre que conoció en la ciudad a don Ernesto Moscoso. En la actualidad esta edificación es de propiedad de su viuda, May de Moscoso y de sus hijos, quienes han implementado allí un centro comercial.

Ubicación: Simón Bolívar 12-60